Schneider Eisbock

Cerveza alemana de aromas potentes y sabor intenso. La más fuerte. Tiene un 12% de contenido alcohólico.

De color caoba casi negro. Su aroma recuerda a ciruelas maduras con un toque a almendra amarga y mazapán, a clavo y plátano. Resulta muy digestiva después de platos contundentes.

La leyenda cuenta que los barriles se congelaban durante los fríos inviernos alemanes. Los maestros cerveceros probaron el líquido que había permanecido congelado y el resultado les pareció magnífico. Como el agua se congela antes que el alcohol, lo que queda es una cerveza concentrada en aroma y en alcohol.

¡Ahora podemos disfrutar de esta maravilla durante todo el año!