Ribeiro Vino
Desde tiempos remotos el vino Ribeiro ha sido el motor económico de la región, no en vano, existen testimonios de la época de los romanos que atestiguan la importancia de esta industria. Pero fueron los monjes del Císter los que, conscientes del enorme potencial del Ribeiro, realizaron una ingente plantación de viñedo y, al amparo del Camino de Santiago y de comerciantes judíos, hicieron llegar los vinos de la comarca a gran parte de Europa.
Se puede decir que la época de máximo esplendor del Ribeiro Vino se produce en los XV y XVI, exportándose por toda España y Europa a Francia, Portugal, Italia y especialmente a Gran Bretaña. Pero en la segunda mitad del siglo XIX, los viñedos de Ribeiro se ven afectados por varias plagas que prácticamente los diezman. Las variedades de uva autóctonas se empiezan a ver reemplazadas por otras más resistentes pero menos adecuadas. Actualmente, la denominación de origen apuesta con fuerza por la calidad y por la reconversión de esas uvas en otras autóctonas, dando como resultado una nueva época de esplendor.
La Denominación de Origen Ribeiro está situada en el sur de Galicia, en el borde noroccidental de la provincia de Ourense, en las confluencias de los valles formados por los ríos Miño, Avia y Arnoia. Cuenta con una extensión de 2.800 hectáreas de viñedo ubicadas en los municipios de Arnoia, Beade, Boborás, Carballeda de Avia, Carballiño, Castrelo de Miño, Cenlle, Cortegada, Leiro, Ourense, Puxín, Ribadavia, San Amaro y Toén.
El viñedo está plantado a altitudes que oscilan entre los 75 y los 400 metros de altitud, casi siempre en empinadas laderas que son salvadas por las características terrazas que todos conocemos.
El clima se ve favorecido por varias barreras naturales que protegen a la comarca del exceso de pluviometría que, aun siendo alta, durante tres meses al año, y coincidiendo con la maduración de la uva, prácticamente desaparecen. Los suelos son fundamentalmente de origen granítico con importante presencia de piedras y gravas que mejoran la macroestructura del suelo.
El vino Ribeiro fundamentalmente es blanco, aunque también se elabora un tinto de gran calidad. Las uvas empleadas para la elaboración del Vino de Ribeiro son: Treixadura, Torrontés, Godello, Albariño, Lado, Palomino, Albilla, Macabeo y Loureira.
El vino Ribeiro blanco es limpio y transparente, brillante a la luz. Sus tonalidades abarcan distintos amarillos, desde el pálido hasta el pajizo, casi siempre con reflejos verdosos que nos hablan de su frescura.
En nariz, el Ribeiro vino es de una gran elegancia, sutileza y a la vez complejidad, destacando por exquisitos aromas de distintas frutas, flores, balsámicos y especiados.
En boca, el Vino de Ribeiro tiene un magnífico paladar con un equilibrado paso y unas agradables sensaciones de finura y delicadeza, resultando un conjunto fresco, sabroso y aromático, que se conjuga con su buena persistencia y armonía para ofrecernos un trago largo y elegante.
Marida muy bien con mariscos y pescados, quesos suaves y embutidos de pasta blanca.
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