Qué saber antes de comprar Vinos de Alicante
Historia del Vino Alicante
Los vinos de Alicante gozan de una gran tradición histórica y están rodeados de grandes leyendas y fábulas. Fueron los íberos los que empezaron a elaborar vino para el consumo familiar, y las vides crecían de forma silvestre. Fueron los fenicios, a partir del 500 A.C., los que introdujeron la vid, y los romanos los que empezaron a cultivarla de una manera más intensiva.
Durante la Edad Media hay pocas referencias al vino Alicante, aunque sí existen obras de poetas árabes que cantan en sus versos las excelencias de aquellos vinos. No es hasta los siglos XV-XVI cuando se encuentran los primeros documentos. Fernando el Católico prohíbe la venta en Alicante de vinos de otras tierras, pero el verdadero auge empieza en el siglo XIX, cuando la filoxera arrasa los viñedos de Francia y las exportaciones de vinos Alicante crecen espectacularmente.
En el año 1932 consiguen la Denominación de Origen, una de las primeras de España. Actualmente se persigue organizar el sector, aglutinar la producción e incentivar la constante mejora de la calidad de los caldos.
Características de los Vinos de Alicante
La zona vinícola de los vinos Alicante se divide en dos subzonas: la Marina, en la costa norte alicantina, y la de Vinalopó, que linda con Castilla La-Mancha y Murcia. Abarca una extensión de más de 14.000 hectáreas y cuenta con 60 bodegas inscritas.
Los suelos son areno-francos y arenosos, propicios, por lo tanto, para el cultivo de la vid. Su elevada porosidad y permeabilidad facilitan el drenaje y evitan la retención de agua. El clima es mediterráneo con influencia continental cuanto más al interior. Las precipitaciones son escasas.
De la diversidad de climas, comarcas y variedades de uva nacen multitud de tipos de vino Alicante, digamos que uno por cada tipo de consumidor. Los tipos de uva más utilizados y mejor acondicionados al terreno son la Monastrell, la Moscatel de Alejandría y la Alicante Bouschet.
En cuanto a los tipos de vino podemos distinguir:
– Blancos: Además de los inimitables vinos elaborados con la Moscatel de Alejandría, también se hacen vinos con Chardonnay o Sauvignon Blanc, más frutales y frescos.
– Tintos: El más importante y característico es el vino hecho con Monastrell, joven o con crianza. Otros vinos de Alicante se hacen con Petit Verdot, Syrah o Cabernet Sauvignon.
– Rosados: Casi siempre elaborados a partir de uva Monastrell. Son vinos de un color frambuesa, con buena estructura y cuerpo pero ligeros a la hora de beber.
– Vinos Dulce: con gran prestigio desde hace siglos, son muy apropiados para gozar con un gran número de platos de la gastronomía mediterránea, sin olvidarnos de los dulces típicos, como los hojaldres, turrones, etc
– Vinos de licor: conocidos como Mistelas, Alicante se ha especializado en la elaboración de estos vinos
– Vinos espumosos: es la última incorporación a la viticultura alicantina. Aunque de reciente creación, están dando unos resultados magníficos, siempre partiendo de una materia prima de primera calidad
– Fondillón de Alicante: Es un vino único en todas sus facetas. Ni seco ni dulce, es de una gran intensidad aromática y potente en boca, de gran equilibrio a pesar de su larga crianza en barricas de madera. Es muy característico su color ámbar o caoba con ribetes dorados de capa media.
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