Pago de los Capellanes

En pleno corazón de la denominación de origen Ribera del Duero se encuentra Pago de los Capellanes, bodega situada muy cerca del pueblo burgalés de Pedrosa de Duero (Burgos). En el siglo XIV Pedrosa de Duero albergaba una parroquia en la que los capellanes ofrecían misas y ceremonias a cambio de pequeñas parcelas de terreno. En 1855, con la desamortización de Mendizábal, las propiedades regresan a manos del municipio, pero los terrenos conservan el nombre “de los capellanes”. En ellos había viñas, por lo que la elaboración de vino en esta zona se remonta a siglos atrás.

Los viñedos son exclusivamente de la variedad de uva autóctona Tinta Fina y, aunque en un origen las viñas eran escasas, Pago de los Capellanes ha ido replantando con los mejores injertos de la variedad. Es una uva adaptada a la perfección a las necesidades del suelo y del clima. Clima continental de temperaturas muy frías en invierno y grandes oscilaciones térmicas en verano entre el día y la noche, lo que hace que la calidad de la uva y su maduración sean perfectas.

Origen Familiar de Bodega Pago de los Capellanes

El Matrimonio Rodero Villa está detrás de este proyecto, recuperando algunos de los mejores viñedos de la zona, con los que proporcionaban uvas para las primeras bodegas de la Ribera del Duero.

Posteriormente en 1996 se decidieron a crear la Bodega Pago de los Capellanes para elaborar vinos tintos de sus propias variedades de uva que cultivan en sus viñedos.

Aparte de los vinos tintos de Ribera del Duero, el matrimonio Rodero Villa ha creado la Bodega O Luar do Sil, un ambicioso proyecto para elaborar vinos blancos con la denominación de origen Valdeorras, sobre el que recomendamos el O Luar Do Sil Godello con una excelente puntuación en la Guía Peñín.

El rendimiento y la producción son escasos, alrededor de 5.000 kg por hectárea, muy por debajo de los 7.000 permitidos por el consejo regulador. La bodega dispone de 35 parcelas, cada una con un control personalizado y cuyo fruto se elabora por separado.

El proceso de envejecimiento se lleva a cabo en una bodega subterránea a 10 metros de profundidad con unas condiciones de humedad y temperatura óptimas. Aquí es donde reposan los vinos en barricas nuevas de roble francés de entre 1 y 3 años máximo. Son barricas francesas tipo Alier, Nevers o Centro, secadas la aire durante 24-60 meses y posteriormente tostadas, lo que ayuda a envejecer y personalizar los vinos, como los magníficos Pago de los Capellanes Crianza o Pago de los Capellanes Roble, máximos exponentes del vino Ribera del Duero.

El vino Pago de los Capellanes se distingue por ser muy estructurado y elegante, donde en nariz muestran su potencial de fruta y un exquisito bouquet. Son persistentes en boca, de paso agradable y aterciopelado, con muchos matices, complejos. Cita obligada en la ruta del vino Ribera del Duero.

Pago de los Capellanes Crianza

Este vino tinto es uno de los más apreciados de la Bodega Pago de los Capellanes, perteneciente a la denominación de origen Ribera Del Duero.

Se caracteriza por ser un tinto elaborado a partir de la variedad de uva Tempranillo y con una crianza de 12 meses en barricas de roble francés, así como otros 12 meses de reposo en botella.

En sus notas de cata destaca en boca por ser un vino sabroso y potente, con unos toques tostados características de la fermentación maloláctica (málico y ácido láctico).

Por otro lado, en nariz podemos destacar un aroma a frutos negros y madera característicos de la crianza en barrica de roble francés, como son los aromas tostados y a vainilla.

El maridaje ideal para este vino son los asados, aperitivos, carnes rojas, guisos, semicurados y setas, con una excelente puntuación en el última Guía Peñín.

Pago de los Capellanes Roble

Otro de los vinos más afamados de esta bodega es el Pago de los Capellanes Roble: un vino joven elaborado a partir de la variedad de uva Tempranillo.

Una de las características esenciales es que la vendimia se realiza de forma manual, seleccionando los viñedos y controlando los niveles para una mayor concentración de antocianos, que son los pigmentos tintos de la uva, por lo que aporta al vino un color más vivo.

Otra de las ventajas de un vino alto en antocianos son los beneficios que tienen para la salud con propiedades farmacológicas y terapéuticas según varios estudios de universidades.

Con una crianza de 5 meses en barricas de roble francés, es un vino ideal que marida con carnes rojas, aperitivos, parrillas o guisos tradicionales.

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