Tomás Postigo
El origen de Tomás Postigo se remonta al año 2008, cuando el enólogo segoviano del mismo nombre decide comenzar su propio proyecto personal después de haber elaborado el primer Protos Crianza en 1985 y de haber fundado, junto con otros socios, la emblemática Pago de Carraovejas, santo y seña de la denominación de origen Ribera del Duero.
La historia de Bodegas Postigo comienza con la elaboración de un vino de Rueda Verdejo fermentado en barrica. La uva procede de dos viticultores. Uno situado en Serrada, de regadío, y el otro en Villanueva del Duero, de secano. El trabajo de estos viticultores es muy estrecho, dando como resultado una uva de excelente calidad.
Un año después comienza la elaboración de vino Ribera del Duero en Peñafiel (Valladolid). La uva procede de numerosas parcelas situadas a lo largo de la Ribera, desde el entorno de Peñafiel, a 720 metros de altitud, hasta la Ribera Alta, situada a 1.000 metros. Después de unos estrictos controles de calidad, sólo escogen aquella que cumple con unas condiciones óptimas que den como resultado unos vinos de alta calidad, como el Tomás Postigo Crianza.
La vendimia la realizan en cajas de madera de 12 kg. Después de una estancia en una cámara de frío, los racimos pasan por una mesa de selección donde se separa cualquier impureza. A continuación, una vez despalillado el racimo, la uva pasará por unas mesas de selección automáticas donde se seleccionarán las mejores.
La crianza de los vinos de Tomás Postigo se realiza en barricas de roble francés que han sido seleccionadas de los mejores toneleros, reposando durante un periodo mínimo de 12 meses, a una temperatura y humedad constante.
El embotellado se realiza en primavera, después de la clarificación. El vino reposa en botella para su afinamiento antes de su comercialización.
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